Las
personas piensan con la cabeza, y los estúpidos con el corazón.
viernes, 30 de septiembre de 2011
jueves, 29 de septiembre de 2011
Cuando llegaron mis 60 segundos me di cuenta de que ya tenia todo
lo que quería, pero nada de lo que necesitaba. Y creo que lo que necesito esta acá.
Recorrí todo este camino para ver si pensas igual, y si es así… La verdad no
tengo nada planeado, y es algo nuevo para mí. Así que tengo que hacerte una
propuesta: Te propongo que no hagamos
planes, te propongo que nos demos una oportunidad y dejemos que evolucione por
si solo.
¿Y? ¿Qué me decís?
¿Queres no hacer planes conmigo?
¿Y? ¿Qué me decís?
¿Queres no hacer planes conmigo?
martes, 27 de septiembre de 2011
domingo, 25 de septiembre de 2011
sábado, 24 de septiembre de 2011
viernes, 23 de septiembre de 2011
Agarro el libro
en la página que marca el señalador:
“Se amoldaba a la perfección de mi mano. Como si hubiera sido hecho
para mí. Él apoyó la palma de su mano sobre mi corazón. Su tacto se fundió con
mis latidos [...] Entonces no lo sabía. No sabía que era capaz de herir a
alguien tan hondamente que jamás se repusiera. A veces, hay personas que pueden
herir a los demás por el mero hecho de existir”.
¡Qué libro de mierda!
miércoles, 21 de septiembre de 2011
martes, 20 de septiembre de 2011
lunes, 19 de septiembre de 2011
Cuando acaba el día lo que todos deseamos es tener a alguien
cerca. Guardar las distancias y fingir que no te preocupan los demás, no es más
que una sarta de mentiras. Elegimos a las personas que queremos que estén
cerca; y cuando las hemos elegido nos quedamos junto a ellas. Aunque les
hagamos daño. La gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin es la
que merece la pena conservar. Aunque a veces cerca es demasiado cerca. Sin
embargo, a veces, la invasión de tu espacio personal es lo que necesitas.
viernes, 16 de septiembre de 2011
jueves, 15 de septiembre de 2011
martes, 13 de septiembre de 2011
sábado, 10 de septiembre de 2011
Si de mi boca brotan sapos, culebras y sanguijuelas, cuando tú sólo pretendes decir lo mucho que me quieres, sin siquiera saber lo que significa esa desazón que te sube por la garganta. Si mi vientre de loba grita pidiendo sangre y enrojezco de pura rabia, no te vayas, no me temas, tan sólo atácame por la espalda, a traición, como un animal de presa, y clávame los dientes en el cuello, inmovilizándome.
viernes, 9 de septiembre de 2011
sábado, 3 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)