Pero ahora ¿Cómo se hace, cómo saco ésto de acá? ¿Cómo empiezo de nuevo? ¿Cómo perdono? ¿Cómo me perdono a mi, además? ¿Cómo disfruto el juego? Y de pronto sentí un nudo en la garganta, y sin embargo disfruté.
Le llamé aceptación a ese llanto sin consuelo.
Le llamé aceptación a ese llanto sin consuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario